Tiene casi 16 años y ya firmó con Hitech, uno de los equipos más fuertes de Europa, para competir en la Eurocup-3, el paso previo a la Fórmula 3. Después de un gran año de aprendizaje en la Fórmula 4 Española y de vivir solo en el exterior, el joven volvió a la ciudad y habló con 2804 Informa sobre sus inicios, su crecimiento y su disciplina. Entre sonrisas, humildad y una simpatía natural, repasó su historia con la misma pasión que lo guía cada vez que se sube a un auto.
Apenas empezamos a charlar con Santino Panetta, en el ambiente se enciende una mezcla de timidez y simpatía. Habla con una sonrisa constante y con unos ojos que se iluminan cada vez que la conversación se acerca a los autos, a los entrenamientos o a las anécdotas de pista. A pocos días de cumplir 16 años, en pleno regreso a Campana después de una temporada intensa en Europa, compartió con nuestro medio su historia, dejando en claro que que, detrás del piloto que progresa a pasos agigantados, sigue estando el mismo chico de la ciudad que enamoró de “los fierros” a sus 7 años.
Por eso, cuando recordó su salto del karting a la Fórmula 4, lo hizo con sinceridad: “fue un año de muchísimo aprendizaje. El cambio fue muy grande: cambió la forma de manejar y la forma de trabajar. Con el karting podés corregir vos mismo, pero en el fórmula tenés ingeniero, dos mecánicos, team manager… es totalmente distinto, es como volver a arrancar”. Ese contraste entre mundos lo marcó, pero lejos de intimidarlo, lo impulsó.

Además, su año tuvo un condimento clave: vivir solo. “A España fui solo”, cuenta con naturalidad, aunque el logro es enorme para un adolescente. “Vivía en el departamento del equipo, con un mecánico. Mi familia venía los fines de semana de carrera, pero la mayoría del tiempo estaba solo”. Esto no lo dijo con drama, sino como quien entiende que la distancia forma parte del camino.
Antes había estado en Italia, siempre acompañado por alguien de su familia, pero este 2024 fue diferente: entrenamientos, simulador, clases virtuales de la secundaria y una rutina de trabajos que la lleva con mucha responsabilidad y compromiso, algo muy destacable para su corta edad.
Mientras tanto, Santino competía con el TC Racing, el equipo del arquero del Real Madrid, Thibaut Courtois, en lo que fue su primera experiencia en autos. “La idea era seguir, pero apareció la oportunidad de cambiar a un equipo mucho mejor”, explicó. Y entonces apareció Hitech, su nuevo equipo, con el que disputará la Eurocup-3, una categoría joven pero cada vez más competitiva.

“Estoy muy contento porque es un salto muy grande. Cambia el chasis, el equipo, y las pistas a las que voy son increíbles: Silverstone, Barcelona, Hungaroring, un callejero nuevo que hará la Fórmula 1”, indicó muy emocionado con lo que se viene.
Asimismo, ya piensa en la pretemporada: las Winter Series, que comienzan en febrero y sirven para volver a subirse al auto antes de las nueve fechas principales que arrancan en abril. Para ello, entrena fuerte, principalmente su cuello y brazos, sabiendo que la exigencia será mucho mayor. “Lo que más se siente en el cambio de categoría son los antebrazos y el cuello. El volante se pone mucho más duro y el cuerpo también tiene que estar a la altura”, remarcó.
Por otra parte, Santino reconoció con ternura que todavía extraña el karting. “Ayer me subí de nuevo y fue un sentimiento muy lindo. Te hace recordar cómo vas escalando de a poco”. En lo emocional, también recuerda su etapa más impulsiva, la que le valió el apodo de “el guapo de Campana”. Entre risas nos contó que: “No era por lindo. Era porque en karting, solía tocar a otro auto, yo no me iba afuera… se iban los demás”. Hoy, en fórmula, ese estilo quedó atrás: un golpe puede dejarlo afuera de un fin de semana completo.
Sin embargo, con la humildad que lo caracteriza, celebró los logros ajenos y destacó el presente del automovilismo argentino en Europa. “Ahora se ven muchos más argentinos. Con Franco Colapinto llegando a la Fórmula 1, se abrió la puerta. En la F4 española este año éramos tres; el año pasado no había ninguno. Se siente el boom Colapinto”, contó orgulloso.
A la vez, Santino destacó que nada de esto podría hacerlo solo. Sabe que detrás de cada decisión hay un trabajo silencioso, profesional y necesario. “Solo es imposible. Por eso entreno, estudio inglés, y trabajo con coaching. Lucas me ayudó mucho este año. También ellos creían que era momento de dar el salto de categoría”, mencionó agradecido, consciente de que el automovilismo se construye en equipo.
Finalmente, al hablar de objetivos, lo hizo con los pies en la tierra y el corazón puesto en adelante. “Quiero ser la referencia del equipo y pelear el campeonato de rookies. Y si se da, también el general”, afirmó con serenidad, muy confiado en su preparación y en la estructura que lo acompañará.
Así, Santino cierra el año donde todo empezó: en Campana, compartiendo con su gente y descansando unos días antes de volver a Europa. Regresó con más experiencia, más madurez y la misma pasión de siempre. Esa pasión que se le nota en la mirada y que, seguramente, lo seguirá empujando. Porque si algo queda claro después de escucharlo es que su historia recién arranca, y arranca fuerte: con humildad, simpatía, talento y un sueño firme que corre con el corazón puesto en los fierros… y con la Fórmula 1 a la vista.



