lunes, diciembre 15, 2025
InicioCulturaDiario Del Viajero - Un campanense en la Ciudad Eterna: el viaje...

Diario Del Viajero – Un campanense en la Ciudad Eterna: el viaje cultural de Antonio Fuego Moretti

Tras su exposición en el Noveno Congreso de Urbanismo Verde en la Universidad La Sapienza de Roma, Antonio Fuego Moretti aprovechó su estadía para recorrer algunos de los lugares históricos más emblemáticos de la Ciudad Eterna y compartir su “Diario del Viajero”.

El viernes fui al Foro Romano. Es un foro rectangular situado en el centro de la ciudad de Roma y rodeado por las ruinas de varios edificios antiguos, los ciudadanos de la ciudad antigua se referían a este espacio, que originalmente era un mercado, como el Forum Magnum. Durante siglos, el Foro fue el centro de la vida diaria de Roma: lugar de celebración de procesiones triunfales y elecciones; escenario de discursos públicos, juicios penales y combates de gladiadores; y núcleo de los asuntos comerciales. Situado en un pequeño valle entre el monte Palatino y la colina Capitolina, actualmente el Foro es una extensa ruina compuesta por fragmentos arquitectónicos y excavaciones arqueológicas intermitentes que atrae a más de 4.5 millones de visitantes al año.

Buena parte de las estructuras más importantes de la ciudad antigua estaban situadas en el Foro o cerca de él. Los primeros santuarios y templos en la Monarquía romana estaban ubicados en su extremo sureste. Entre estos se encontraban la antigua residencia real, la Regia (siglo VIII a. C.), y el Templo de Vesta (siglo VII a. C.), así como la Casa de las Vestales, todos los cuales fueron reconstruidos después del nacimiento del Imperio romano.

Otros santuarios arcaicos situados al noroeste, como el Umbilicus urbis y el Volcanal (santuario de Vulcano), se transformaron en el Comitium, el espacio público de reunión de la República. Aquí fue donde empezó el Senado, así como el propio Gobierno republicano. Gradualmente se instalaron en la zona la Casa del Senado, oficinas gubernamentales, tribunales, templos, monumentos y estatuas. Con el tiempo, el antiguo Comitium fue sustituido por el adyacente Foro, más grande, y el centro de la actividad judicial se trasladó a la nueva Basílica Emilia (179 a. C.).

Unos ciento treinta años más tarde, Julio César construyó la Basílica Julia, junto con la nueva Curia Julia, reorientando tanto las oficinas judiciales como el propio Senado. Eventualmente, muchas actividades económicas y judiciales se trasladarían del Foro Romano a las estructuras más grandes y extravagantes construidas al norte (el Foro de Trajano y la Basílica Ulpia). Durante el reinado de Constantino el Grande se construyó la última ampliación importante del complejo del Foro, la Basílica de Majencio (312 d. C.). Esto hizo que el centro político de Roma volviera al Foro hasta la caída del Imperio romano de Occidente, que se produjo casi dos siglos más tarde.

El sábado fui al Coliseo o Anfiteatro Flavio, es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I. Está ubicado en el este del Foro Romano y fue el mayor de los que se construyeron en el Imperio romano. A partir de la Edad Media pasó a ser llamado Coliseo porque a su lado había una gran estatua dedicada al emperador Nerón, que Adriano había transformado en una representación de Helios, el dios Sol. Los materiales utilizados en la construcción de esta obra fueron bloques de travertino, hormigón, madera, ladrillo, piedra (toba), mármol y estuco.

En la antigüedad poseía un aforo para unos 65.000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el emperador, su familia y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Las obras empezaron entre 70 d. C. y 72 d. C., bajo el mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se completó en 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.

Su inauguración duró 100 días, participando en ella todo el pueblo romano y muriendo en su celebración decenas de gladiadores y fieras que fueron sacrificados por el placer y el espectáculo del pueblo. El Coliseo se usó durante casi cinco siglos, celebrándose en los últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de la caída del Imperio romano de Occidente en 476 d. C. Los bizantinos también lo utilizaron durante el siglo VI. Además de las peleas de gladiadores, muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas y obras de teatro basadas en la mitología clásica.

El edificio dejó de emplearse para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, sirvió como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los cautivos martirizados durante los primeros siglos del cristianismo. Esta medida contribuyó a detener su expolio y a que se conservara.

Aunque la estructura está seriamente dañada debido a los terremotos y los picapedreros, el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. Es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma y aún está muy ligado a la Iglesia católica, por lo que el Papa encabeza el viacrucis hasta el anfiteatro cada Viernes Santo. El Coliseo, junto con todo el centro histórico de Roma, fue admitido en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980. El 7 de julio de 2007 fue reconocido como una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno.

Junto al Coliseo, se encuentran las estancias que actualmente en ruinas, sirvieron para la atención y entrenamiento de los gladiadores.

El domingo fui al Castell Sant’Angelo, el Castillo de Sant’Angelo o Mausoleo de Adriano, conocido entre los siglos X y XII como Mole Adrianorum o Castellum Crescentii, es un monumento de Roma, situado en la orilla derecha del Tíber, frente al Pons Aelius (actual Puente Sant’Angelo), a poca distancia del Vaticano, entre el rione de Borgo y el de Prati. Está unido a la Ciudad del Vaticano a través del pasillo fortificado denominado Passetto.

El castillo ha sido modificado radicalmente varias veces en las épocas medieval y renacentista. Propiedad demanial del Estado italiano, desde diciembre de 2014 ha sido gestionado por el Ministerio de Bienes y Actividades Culturales a través del polo museístico del Lacio, y desde diciembre de 2019 a través de la Dirección de Museos Estatales de Roma.

Publicidadspot_img

MAS POPULARES