En 1923, durante el municipio de Julio César Salmini (1922 – 1924), se firmó un desastroso contrato con F.C.C.A., donde la empresa ferroviaria aparece administrándole los bienes a nuestra comuna.
De esto uno puede deducir que nuestro Concejo Deliberante se vio sorprendido en su buena fe o acaso inducido a error por quién sabe qué interesados gestores, o no supo comprender que la empresa ferroviaria, al ser deudora de $180.000 por la parte de la calle que había tomado en ocupación (Alem), para construir la nueva estación local, debía depositar esa suma en un banco a nombre de la comuna, si esta no prefería hacer uso inmediato de esa suma con fines de utilidad pública.
El municipio, además de perder el acceso directo hacia la ribera del río Paraná por la tradicional “Calle Real”, perdió más de $50.000 moneda nacional, en concepto de intereses, por tener en manos ajenas y en forma improductiva esa cuantiosa cantidad de dinero.
El concejal Bessaso (socialista) señaló en el seno del Concejo el error cometido en dicho convenio.
Señalemos que, en el año 1923, el señor Del Pino sostuvo que “ese arreglo” se había hecho con la mejor intención, debido a que “se vivía una época de atropellos a los gobiernos legales y era mejor que el dinero estuviese en manos de los deudores”, es decir, F.C.C.A.. Todo esto sostenido en que era peligroso que el dinero cayera en manos de ““comisionados que podían despilfarrarlo”.
Esto nos muestra el grave error que cometió el Concejo Deliberante en 1923, o su intencionalidad de cometerlo.
Vaya uno a saber bajo qué determinado interés.
Foto: archivo personal de Juan Cruz Fernández Ciancaglini
Texto: Juan Cruz Fernández Ciancaglini y profesor Andrés Suardini
