Iara Lombardi es una artista emergente de Campana, tiene 25 años y hoy está brillando en La Voz Argentina dentro del team de Lali. Se define como multifacética, ya que aún se encuentra explorando distintas áreas de sus intereses. Su pasión por el canto surgió desde chica, cuando ya soñaba con ser una estrella.
En su infancia le daba shows a su mamá imitando a Shakira, pero su primer contacto con la música llegó cuando su abuela le regaló unas clases de piano. “Ese fue mi primer contacto con un instrumento. Aunque fue light porque era chica, siempre veía el piano y lo amaba. Después, ya un poco más grande, me anoté en una clase de canto con Lucía Fara por curiosidad, ya que yo estaba haciendo Patín en esa academia”. Lo que empezó como curiosidad se convirtió en el inicio de su carrera: “Ahí descubrí que lo que hacía en casa como un juego se podía convertir en un espacio real donde trabajar mi instrumento vocal, y me di cuenta que amaba esto”.
Su mamá fue su primera espectadora y la gran compañía en ese juego que luego se transformaría en pasión: “Cantábamos y bailábamos como cualquier niña sin prejuicios. Ella siempre me dio el espacio para ser yo y expresarme. Es mi razón central para haber conectado con mi voz, ya que desde bebé me cantaba para dormir”.
En cuanto a géneros musicales, Iara cuenta: “Aunque exploro mucho, soy más de la rama de la música clásica, me lleva a un lugar de mi nostalgia que me gusta habitar, es como una nostalgia cálida. Últimamente estoy escuchando un tema de Mercedes Sosa, dicho sea de paso es una de mis ídolos, porque aunque de chica no la escuchaba tanto, sus canciones siempre me llenaron y me movilizaron mucho”.
La Voz Argentina fue su primer casting. Antes participaba en desfiles y otras actividades, pero nunca en algo de tanta producción: “Del casting me enteré porque muchos amigos me decían que me anote, pero recién este año me animé. El año pasado viví una situación muy compleja que me dio un golpe de realidad, me hizo entender que las cosas hay que hacerlas en vida, tirarse a la pileta y ver qué pasa. Desde esa experiencia entendí que no tenía que postergar mis sueños, así que lo hice”.
Llegó el momento de presentarse ante los coaches: “Era la primera vez que me exponía tanto, pero en cuanto pisé el escenario sentí que me convertí en la artista que soy. Tenía miedos y dudas, pero en la previa me sentí tan cómoda que me relajé. Me presenté con un tema en italiano y obviamente tenía miedos por proponer algo diferente, pero tuve un recibimiento hermoso”.
El certamen avanza por distintas etapas: Audiciones a ciegas, Batallas y Knockouts, donde cada participante interpreta una canción en forma individual y solo uno continúa en competencia. Actualmente, el programa está en la instancia de Knockouts: “El nivel de trabajo que maneja la producción es tremendo. Todos los coach trabajan con respeto y amor por lo que hacemos, y eso es lo que yo me llevo. Con todos los que me tocó cantar me sentí cómoda, pudimos complementarnos muy bien. En esta última instancia, que salió en la tele el fin de semana, lo viví con más presión. La canción me transmitió mucho y entregué un poco de esa vulnerabilidad que a veces da miedo mostrar. Pero más allá de eso estoy feliz, esto sigue en pie y voy a seguir dándolo todo”.
Esta es la primera experiencia de Iara en un certamen tan importante, y la vive al 100%, aprovechando cada momento: “Soy una persona muy emocional y en medio de todo esto estoy aprendiendo a disfrutar, a pesar de nuestras expectativas y presiones”.
La carrera de Iara comenzó desde chica, y hoy, al formar parte de La Voz Argentina, siente que está dando un gran paso en el camino de sus sueños. Sueña con dedicarse a la música, hacer canciones junto a otros artistas, viajar y conocer el mundo conectando culturas.
Como mensaje final, Iara deja una reflexión que se repite a sí misma: “Nunca hay que bajar los brazos. Es muy fácil criticar, pero el que se mueve por lo que le apasiona es el que conoce lo que hay a la vuelta de la esquina. Dando lo mejor de uno siempre vas a tener tu mejor resultado. Siempre va a haber gente que hable, pero hay que confiar en lo que uno hace y sacar de foco los prejuicios ajenos”.