La lista “Compromiso y Gestión” asumió la conducción tras una elección con alta participación. Karina Paola Dib, nueva presidenta, y Francisco Morell Otamendi, vocal del Consejo Directivo, analizaron los desafíos de un departamento judicial complejo y la necesidad de fortalecer el trabajo interno e institucional.
El Colegio de Funcionarios y Magistrados del Departamento Judicial Zárate–Campana atraviesa una nueva etapa. Tras la reciente elección, que convocó a cerca del 80% del padrón y consagró a la lista “Compromiso y Gestión” con 136 votos frente a los 73 obtenidos por “Encuentro Judicial”, más dos votos en blanco, asumió la
presidencia Karina Paola Dib, acompañada por un Consejo Directivo integrado de forma transversal entre magistrados y funcionarios. A su lado, Francisco Morell Otamendi continúa como vocal, dando continuidad a la experiencia previa del cuerpo.
En diálogo con 2804 Informa, ambos destacaron que la dinámica interna del Colegio combina continuidad y cambios. Dib explicó que el Consejo Directivo “se renueva por mitades cada dos años, lo que históricamente permitió pluralidad de voces”. Sin embargo, adelantó que evalúan modificar ese esquema: “El Colegio creció, y si hay más de una lista —como ya ocurrió— es importante que las minorías puedan integrarse al Consejo. Hoy el estatuto no lo permite”.
Morell Otamendi coincidió en que la participación fue un punto destacado del proceso electoral. “La gente se comprometió muchísimo. Vino a votar cerca del 80% del padrón, algo que no nos pasaba cuando el voto era solo en asamblea”, señaló. Y agregó que, pese a la existencia de dos listas, “no hubo diferencias de fondo, ni plataformas enfrentadas; la convivencia hoy es excelente, incluso en lo cotidiano”.
Ambos subrayaron que la labor dentro del Colegio es completamente ad honorem. “Todo lo que hacemos es extra a nuestro trabajo judicial. No hay remuneración de ningún tipo. Esto se sostiene por vocación y por ganas de fortalecer la institución”, remarcó Dib. En esa misma línea, Morell Otamendi añadió: “Somos parte de un entramado más grande: cada departamento judicial integra órganos provinciales y federaciones nacionales y latinoamericanas. Por eso, el trabajo local impacta mucho más arriba”.
Consultados sobre la función central del Colegio, señalaron que reúne a magistrados de todos los fueros y jerarquías: “Jueces, fiscales, defensores, asesores, secretarios, letrados… y también socios adherentes, que son empleados judiciales con título de abogado”, enumeró Dib. Esa diversidad, dijo, “permite abordar un departamento judicial que es muy heterogéneo. No es lo mismo Escobar que Exaltación de la Cruz, o Campana que Zárate. Tenemos problemáticas propias del conurbano y otras del interior bonaerense”.
En cuanto a las líneas de trabajo, detallaron que una de las más sensibles es la salarial. “No somos un gremio, pero sí velamos por los derechos e intereses de quienes trabajan en la administración de justicia”, afirmó Dib.
La presidenta del organismo también explicó que, paralelamente, desarrollan actividades académicas, deportivas y sociales, articulan con el Colegio de Abogados, participan en proyectos de ley y elaboran relevamientos que luego se elevan a la Suprema Corte o al Ministerio Público. También funcionan comisiones específicas por fuero, incluida una comisión de funcionarios. “No todos tenemos la misma realidad; por eso es importante que cada voz tenga un espacio”, agregó Morell.
Respecto a la gestión interna, Dib hizo hincapié en uno de sus objetivos principales: la transparencia. “Implementamos la difusión del orden del día y, luego de cada reunión, un informe para que los casi 300 asociados sepan que temas se trataron. Es un organismo grande y difícil de comunicar; las redes sociales hoy son una herramienta fundamental”, sostuvo.
Ambos insistieron en que la construcción del Colegio debe ser “colectiva y horizontal”. “Las decisiones no las toma la presidencia: se toman en las reuniones de Consejo. Solo las cuestiones administrativas diarias se resuelven por fuera”, explicó Dib. Y remarcaron que esta modalidad es clave frente a problemáticas que requieren abordajes particulares: “Salud mental, género, responsabilidad penal juvenil. Son áreas muy críticas y con recursos limitados”.
Finalmente, revelaron que ya iniciaron una agenda de trabajo conjunto con los intendentes y equipos de los cuatro municipios del Departamento Judicial. “Hay fueros que dependen muchísimo de los recursos locales: familia, penal juvenil, penal, civil. La coordinación es indispensable para lograr respuestas rápidas y efectivas”, sintetizó Morell Otamendi.
Con una conducción renovada, mayor participación interna y una mirada transversal, el Colegio de Funcionarios y Magistrados Zárate–Campana afronta un nuevo ciclo de gestión marcado por el diálogo, la transparencia y el fortalecimiento institucional.
