Campana ya palpita una de sus celebraciones más queridas: la Fiesta del Primer Automóvil Argentino, que se realizará el domingo 16 de noviembre desde las 10 de la mañana en las inmediaciones de la Plaza España, con entrada libre y gratuita.
El evento invita a disfrutar de una jornada cargada de actividades para todas las edades, donde la historia, la tecnología, la música y la familia se encuentran en un mismo espacio. Habrá exhibiciones de autos y motos de todos los tiempos —clásicos, de carrera y kartings— junto con stands de concesionarias de la región que presentarán sus últimas novedades. También se podrá participar de circuitos de seguridad vial, simuladores de manejo y juegos para niños, además de recorrer una feria de artesanos y food trucks que completarán la propuesta gastronómica y recreativa.
El escenario principal recibirá a la Escuela Municipal de Música, Rojo Atardecer, Doctores Crotos y Francheros, mientras que el gran cierre estará a cargo de la reconocida banda “Ella es Tan Cargosa”, que promete coronar la jornada con su estilo inconfundible.
Más allá del espectáculo y la diversión, la Fiesta del Primer Automóvil Argentino tiene un profundo sentido histórico. Cada edición rinde homenaje a Don Manuel Iglesias, el vecino campanense que entre 1903 y 1907 construyó de manera totalmente artesanal el primer vehículo nacional, conocido como el “Mataperros”. En el fondo de su casa de la calle Colón, Iglesias moldeó la historia del automovilismo argentino. Utilizando un torno a pedal y herramientas creadas por él mismo, dio forma a un vehículo utilitario de dos plazas, con chasis rectangular, motor monocilíndrico de 1.938 cm³ y una velocidad máxima de 12 km/h. El auto carecía de acelerador —el motor mantenía un régimen constante de 400 rpm— y sus ruedas, de rayos de madera y llantas de hierro, le daban un aspecto tan singular como resistente.
Según relatan las crónicas, fue el 20 de noviembre de 1907 cuando Iglesias puso en marcha por primera vez su creación. Junto a su esposa, que ese día cumplía 26 años, realizó el primer paseo por las calles de Campana. El curioso vehículo despertó asombro entre los vecinos, espantó caballos y desató una mezcla de sorpresa y admiración: Campana había visto nacer el primer automóvil argentino.
Con el paso del tiempo, Iglesias desarmó el vehículo para reutilizar su motor en otros inventos domésticos. Décadas más tarde, su hijo Juan Carlos Iglesias y el ingeniero Arnoldo Lucius, director del Instituto Americano de Motores, impulsaron la reconstrucción y el reconocimiento de aquella obra. En 1973 el auto fue reconstruido y se inauguró un monumento en su honor en la Plaza Eduardo Costa. Dos años más tarde, la Legislatura bonaerense sancionó la Ley Provincial 8501, que declaró a Campana como “Cuna del Primer Automóvil Argentino” e instituyó el último domingo de noviembre como el Día del Automóvil Argentino.
El 18 de octubre de 1997 se inauguró el Museo Municipal “Manuel Iglesias”, donde hoy se conserva su legado, y en 2007 la ciudad celebró con una gran exposición los 100 años del primer vehículo nacional. Incluso en 2016, su tierra natal, Villa de Cruces (Pontevedra, España), rindió tributo a su figura con un monumento que recuerda su hazaña y su contribución a la historia de la mecánica argentina.
La Fiesta del Primer Automóvil Argentino se ha convertido en una tradición campanense que reúne a miles de vecinos y visitantes. En ediciones anteriores, las estimaciones oficiales señalaron la presencia de entre 10.000 y 20.000 personas, que disfrutan de esta combinación de historia, automovilismo, cultura y entretenimiento al aire libre.
