Las temperaturas extremas que se registran en todo el país y en nuestra ciudad son una amenaza para la salud, aunque hay mucha gente que no tiene los cuidados mínimos creyendo que nunca le pasará nada. Estas conductas solo sirven para poner en riesgo la salud y abarrotar los centros de atención.
¿Cuáles son los cuidados que habría que tener?
El frío y los cambios abruptos de temperatura favorecen a las principales infecciones respiratorias (neumonía, laringitis, gripe) y agravan los casos de EPOC y asma.
En las últimas semanas los casos de gripe estacional aumentaron más del 200%. También se están observando mayor número de casos de bronquiolitis, neumonía y COVID-19.
La consulta a tiempo, en caso de dudas, es la clave para evitar el agravamiento de estas afecciones.
Es normal que en esta época del año se produzca un aumento significativo de las enfermedades respiratorias. En el mundo más de 5 millones de personas contraen gripe cada año. Y no solo el frío es la causa, sino también la exposición a los gérmenes según la estación.
Los rinovirus se ven más en otoño y en primavera, mientras que la gripe más en el invierno. Algunos estudios indican que el virus de la gripe en climas de menor humedad provocan que se seque la mucosa de los ojos y de la nariz, entonces somos más susceptibles a las bacterias y a los virus ya que esto debilita nuestra primera línea de defensas.
A su vez los ambientes cerrados, que es donde permanecen más tiempo las personas en esta estación del año, favorecen la transmisión de enfermedades virales, y algunos virus, como el de la gripe. Durante la época invernal encuentran mejores condiciones para circular y permanecen más tiempo en el aire.
El pulmón es un órgano que está muy expuesto. Cada persona respira unos diez mil (10.000) litros de aire por día y obviamente no es aire purificado que no solo tiene partículas propias del smog sino también microorganismos como virus o bacterias. Esto, más el descenso de temperaturas, hacen que se dupliquen o tripliquen las posibilidades de infecciones pulmonares.
La neumonía, el cuco de esta época
Asimismo, existen tres tipos de neumonías que se suelen ver con frecuencia: la neumonía común, producida por el neumococo (de la que hay vacunas), o por otros gérmenes simples; la neumonía que afecta a pacientes inmunocomprometidos y la neumonía asociada al respirador. Estas dos últimas, donde la resistencia a los medicamentos es alta, deben ser tratadas por especialistas.
La primera puede ser tratada por los médicos generalistas o médicos de cabecera.
La neumonía se destaca por sus tasas de mortalidad, según las estadísticas es la tercera causa de muerte en adultos, en el mundo. En nuestro país tiene el sexto lugar. En la actualidad, se estima que el 50% de los adultos mayores deberán ser hospitalizados por complicaciones, mientras que el 17% de estos fallecen por su causa.
El frío se encarga de frenar o hacer más lenta a nuestras defensas, eso predispone a las infecciones. Puede presentarse fiebre, escalofríos, dolor de garganta y tos, que son el resultado de nuestro sistema inmunitario al reaccionar ante la presencia de los organismos invasores. Ya sean los virus respiratorios como algunas bacterias.
Todas estas enfermedades suelen tener algún síntoma en común. La tos es un indicador de que algo no anda bien, es un mecanismo de defensa, el organismo quiere eliminar algo que le molesta. Puede ser una tos seca o tos con flemas o expectoración de color blanquecino o incluso amarillo o verde.
Otro síntoma es presentar silbidos y presión en el pecho. Fatiga o dificultad para respirar es lo que nosotros llamamos disnea, los estornudos, la fiebre y el dolor de cabeza también son parte de los principales indicadores de una enfermedad respiratoria.
Los extremos de la vida, es decir niños o adultos mayores, son los propensos a mayor riesgo.
Los niños hasta los dos años de vida y los adultos a partir de los 60 años. La cantidad de muertes por año aumenta a partir de esa edad de forma muy significativa.
La medicina ha avanzado muchísimo, sobre todo en los últimos años. La vacuna antineumocócica está al alcance en los vacunatorios de nuestro país, pero la neumonía sigue siendo de alta mortalidad en los adultos mayores.
La consulta, apenas comienzan los síntomas, es muy importante. Muchas veces se inicia una gripe o un resfrío, eso baja las defensas del individuo y luego se complica el cuadro, con una infección más grave que puede ser viral o bacteriana.
La gripe, en particular, puede derivar en cuadros graves o descompensaciones en personas con enfermedades crónicas. En caso de presentar síntomas como fiebre alta, dolor corporal, congestión nasal, tos persistente o dificultad respiratoria, se recomienda no automedicarse y consultar de inmediato con un profesional.
Un diagnóstico temprano puede evitar complicaciones y reducir el riesgo de contagio a otros. En personas con enfermedades preexistentes, la atención médica debe ser aún más rápida ante cualquier síntoma.
La vacuna antigripal
Es una de las medidas más eficaces para reducir complicaciones derivadas del virus de la gripe, especialmente en personas con factores de riesgo. Aplicarla en tiempo y forma no solo disminuye el riesgo individual, sino que contribuye a limitar la circulación viral en la comunidad.
Quienes deben vacunarse:
- Adultos mayores de 65 años
- Embarazadas
- Niños entre 6 y 24 meses
- Enfermos crónicos: Diabetes, afecciones cardíacas, respiratorias o renales
Aplicarse la vacuna de manera anticipada garantiza que el organismo desarrolle una buena respuesta inmunitaria. Puede administrarse de forma simultánea con otras, como la vacuna contra el COVID-19, sin necesidad de intervalos. Esto facilita el acceso a múltiples esquemas de inmunización sin mayores complicaciones.
Además de la vacunación, hay hábitos cotidianos que son fundamentales para proteger la salud respiratoria:
- Lavarse frecuentemente las manos
- Ventilar los ambientes cerrados
- Evitar el contacto con personas con afecciones respiratorias
- En espacios cerrados y con poca ventilación, se sugiere el uso de barbijo, especialmente si hay presencia de síntomas respiratorios
- La alimentación equilibrada, la hidratación constante y el descanso adecuado también fortalecen el sistema inmune
Vacuna contra la Neumonía, quienes deben vacunarse:
- Adultos mayores de 65 años
- Enfermos crónicos
Se debe tener en cuenta que estar vacunado no previene la neumonía ya que es posible tener neumonía por otros gérmenes, lo que hace es disminuir la mortalidad por esta enfermedad causada por un germen llamado neumococo. Se pueden dar las tres vacunas juntas: neumonía, gripe y COVID-19.
Por último:
Tener en cuenta la forma de calefacción de un hogar. No irse a dormir teniendo fuegos prendidos, salvo que tengan una chimenea como en caso de los hogares a leña. Toda llama consume oxígeno y lo transforma en otros gases como el dióxido de carbono o lo que es peor, el monóxido de carbono, que pueden ser mortales.
Por Dr. Víctor Racedo.