Campana cumple 140 años. Y celebrarla no es solo mirar un calendario o recordar fechas. Es detenerse a escuchar el latido profundo de su gente, a sentir el pulso de sus calles, a mirar ese río que ha visto pasar barcos, sueños y generaciones enteras que llegaron buscando futuro.
Fue en 1759 cuando Don Francisco de Álvarez le dio nombre a sus tierras, bautizándolas “El Rincón de Campana”. Desde entonces, el nombre se quedó vibrando en el aire, como un aviso de lo que vendría. Dicen que el apellido “Campana” pudo venir de una marca en el ganado, o tal vez de la forma de un recodo en el río.
Lo cierto es que la palabra resonó fuerte y clara, como la campana de un templo que llama a la comunidad a reunirse. Y así fue: Campana se convirtió en punto de encuentro.
Décadas después, en el siglo XIX, llegaron hombres visionarios como los hermanos Costa, Eduardo y Luis, quienes vieron en estas tierras algo más que campo y horizonte. Soñaron con progreso y lo construyeron con sus propias manos. Ellos, junto a tantos otros, trajeron innovación, trabajo y fe en el futuro. Convirtieron estancias en centros de producción, abrieron caminos y lograron que la mirada de la provincia, e incluso de países vecinos, se posara en esta tierra.
El tren llegó y trajo consigo un soplo de modernidad. Los barcos en el puerto comenzaron a entrar y salir, llevando productos, historias y esperanzas. Las calles se dibujaron anchas, generosas, como si desde el principio supieran que iban a recibir a miles de familias que vendrían a echar raíces. Y las raíces crecieron profundas.
Campana floreció con la fuerza de su gente. Con la de los obreros de las fábricas, que madrugan para sostener la industria que impulsa a la región. Con la de los comerciantes que levantan sus persianas cada día. Con la de los maestros que siembran futuro en cada aula. Con la de los artistas que pintan, escriben y cantan la identidad campanense. Con la de los médicos, deportistas, bomberos, vecinos comunes que sueñan y luchan.
Hoy, Campana sigue creciendo, con nuevos barrios, nuevas industrias, proyectos culturales y deportivos que la llenan de vida. Es una ciudad que abraza sus tradiciones, pero que no deja de mirar hacia adelante, apostando al desarrollo, la innovación y el bienestar de su gente. Es tierra de oportunidades para quienes nacen aquí y para quienes llegan buscando un lugar para echar raíces. Y es, sobre todo, un lugar que se siente como hogar.
Cada persona que habita Campana lleva consigo un pedacito de esta historia. Porque Campana no es solo acero, ni solo puerto, ni solo tren. Campana es el abrazo entre tradición y futuro. Es la solidaridad que se muestra en los momentos difíciles, y el orgullo que se enciende cuando se habla de la ciudad en otras partes del país.
El pueblo de Campana se fundó oficialmente el 6 de julio de 1875, cuando se aprobó su trazado urbano y se reconoció como localidad, aunque todavía formaba parte del Partido de Exaltación de la Cruz. Diez años más tarde, el 6 de julio de 1885, se creó el Partido de Campana mediante la Ley Provincial N° 1755, marcando el inicio de su vida institucional como distrito independiente. Esa fecha, la del 6 de julio de 1885, es la que se celebra oficialmente cada año como el aniversario de la ciudad.
Y hoy, a tan solo un paso de cumplirse los 140 años de la creación del Partido, Campana mira atrás con gratitud y hacia adelante con la misma fe que tuvieron quienes la imaginaron. Sabe que su fuerza está en su gente, que es su recurso más valioso y su motor constante.
Porque Campana, en el fondo, es eso: una campana que sigue sonando, anunciando trabajo, unión y esperanza.
¡Por un feliz 140° aniversario, Campana querida! Que el sonido de tu nombre siga convocándonos a construir juntos tu historia. Porque Campana no solo celebra su pasado, sino que abraza su presente y sueña con su futuro. Que sigamos escribiendo, día a día, nuevas páginas de esta historia compartida.
El partido de Campana fue creado por la ley 1755, aprobada por el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Como sabemos, se formó con una parte del partido de Exaltación de la Cruz en 1885. Políticamente fue agregado a la Segunda Sección Electoral.
Por Juan Cruz Fernández Ciancaglini y Profesor Andrés Suardini.
A continuación, vemos el presupuesto que por Ley Provincial se otorgó a la municipalidad del nuevo partido, siendo gobernador Carlos Alfredo D’Amicó, quien ocupó el cargo entre 1884 y 1887.
Por Juan Cruz Fernández Ciancaglini y Profesor Andrés Suardini.