jueves, julio 17, 2025
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La última gira de Gardel

Carlos Gardel, realizó una gira por Latinoamérica en 1935 que tuvo un éxito nunca antes visto hasta ese momento. Gardel ya había decidido que esa iba a ser la última, tal como lo dejó expresado en sus cartas personales, donde se quejaba del esfuerzo que acarreaba llevar a cabo cada una de sus presentaciones y del enorme sacrificio para su voz al carecer de amplificadores de sonido.

El 28 de marzo daba inicio a la que sería la última gira de Carlos Gardel, que comprendía Puerto Rico, Antillas Menores (Curazao y Aruba) y varias ciudades de Venezuela y Colombia y que debía continuar hacia Panamá y Cuba para concluir finalmente en México antes de emprender el regreso a Nueva York, Interrumpida por el trágico accidente que dio comienzo a otra historia.

A comienzos del año 1935 en New York, Gardel filma las que serían sus últimas películas “El día que me quieras”, cuyo argumento se basa en una experiencia personal de Alfredo Le Pera y la bailarina Aída Martínez. Y en el mes de febrero termina de rodar “Tango bar”. También filma el cortometraje Cazadores de Estrellas o The Big Broadcast of 1936, donde aparecían otros artistas de la radio como Bing Crosby.

El 15 de marzo realizó una transmisión desde Nueva York que se emitió en directo por Radio Belgrano, en Buenos Aires. Entre el 19 y 20 de marzo registra para RCA Víctor las canciones de las nuevas películas.

El 25 de marzo a pedido de la compañía discográfica realiza una última grabación con un mensaje hablado para promocionar su nuevo contrato de exclusividad con RCA Víctor, sus nuevas películas y su próxima gira por Latinoamérica. “Queridos amigos de la América Latina, de mi tierra y de mi raza”, y a continuación detalla los distintos países que visitará: “Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Panamá, Cuba y México”.

Después de tantos años intensos cantando en vivo, escribiendo y filmando películas sin descanso, componiendo canciones, grabando discos, dando audiciones de radio, sometiéndose a promociones, reportajes y sesiones fotográficas; Gardel comenzaba a sentir el peso de tanto trabajo y su deseo era tratar de ahorrar y retirarse, o al menos no exigirse tanto.

Gardel ya había decidido que esa iba a ser su última gira, tal como lo dejó expresado en sus cartas personales. El 15 de febrero de 1935 escribió a Armando Defino, su apoderado: “Tratá de ubicarme bien el dinero, haciendo todas las economías que puedas, para que el “retiro” sea más pronto, yo no pienso en otra cosa que en esto”.

En sus últimas cartas Gardel afirmaba que su verdadero porvenir estaba en el cine y la radio: “Vuelvo a ratificarte mi idea acerca del trabajo teatral. Se acabó. Ya no estoy para estos trotes y la sola idea de ponerme las prendas gauchas me hace caer el pelo… En la radio es otra cosa y en las películas con dos o tres semanas de trabajo y cinco canciones estoy del otro lado”.

En la noche del 28 de marzo, Gardel parte del puerto de Nueva York, con destino a San Juan de Puerto Rico, donde arribará el 1° de abril, siendo recibido por una muchedumbre de más de 3.000 personas y debiendo ser protegido por la policía de los admiradores que se agolpaban para verlo de cerca y saludarlo. Al otro día, tuvo una entrevista con el gobernador Blanton Winship, quien lo definió como “ídolo de la raza”.

Fue una verdadera explosión popular. Estaba previsto que Gardel se quedara diez días, pero estuvo veintitrés. Según Le Pera cada presentación era “una fiesta nacional”. Fueron 22 actuaciones que no sólo incluyeron la ciudad de San Juan, sino también Humacao (3, 4, 5, 6 y 7 de abril), Mayaguez (el 9), Ponce (el 10 y 11 a la tarde), Yauco el día 11 a la noche, San Juan día 12 por la tarde, Río Piedras el 12 por la noche, sábado 13 en San Juan a las 19:30 hs y en Santurce el 13 a las 21 hs, domingo 14 descanso, lunes 15 en Santurce, martes 16 descanso, miércoles 17 por la tarde en Santurce, jueves 18 en Manatí a la tarde y Arecibo a la noche, viernes 19 descanso, sábado 20 en Cayey a las 16 hs y a las 19 hs en Guyama, domingo 21 en Rio Piedras, lunes 22 en Puerta de Tierra 19 hs y en Cataño 21 hs, entre otras. Tanto trabajo provocó que un día tuviera que suspender una actuación por disfonía. Es que los equipos de sonido de la época eran mínimos y para hacerse oír debía esforzar mucho su garganta.

El día martes 23 de abril parte desde San Juan de Puerto Rico, junto a su equipo, compuesto por: Alfredo Le Pera, José Corpas Moreno, José Plaja y sus guitarristas, Barbieri, Aguilar y Riverol, donde es recibido por la comitiva local compuesta por Rafael Ramos Cobián y Julio Bruno de la empresa “Teatros Unidos”, que lo habían contratado para actuar en el teatro Paramount de aquella ciudad.

El día 23 de abril parte con destino al Puerto de La Guayra en Venezuela donde arriba el día 25 donde se aloja en el Hotel Miramar, para dirigirse luego por tren a Caracas, siendo en ambas ciudades recibido por una multitud que nuevamente debe ser controlada por la policía. Se presenta con gran éxito en distintos teatros y realiza una presentación radial en Caracas. En la capital venezolana hubo un fervor desbordante. Fue tanto el furor que algunos audaces se treparon al techo del auto en el que viajaba Gardel y rasgaron la capota para tocarlo. Entonces, el hombre se bajó del auto y la gente lo llevó en andas hasta la puerta del hotel Majestic. En Venezuela estuvo casi un mes y realizó unas veinte actuaciones en Caracas (en Teatro Principal 8 actuaciones), el 10 de mayo en el Teatro Rialto de Caracas, en Valencia el 12 de mayo, Maracaibo el 18 y Cabimas el 20, y el 22 retorna a Maracaibo. Además, fue invitado por el Presidente General Juan Vicente Gómez Chacón para que cante en su residencia de Maracay, su residencia de verano, conocida como “El tirano de los Andes”. Cuentan que el hombre era muy mujeriego y aficionado a las riñas de gallos. Cuando Gardel supo eso, el primer tema que cantó fue “Pobre gallo bataraz”. Tuvo que repetirlo al final. Como premio, afirman que recibió diez mil bolívares en efectivo.

El día 23 de mayo se dirige a Curazao (dos actuaciones sábado 25 y domingo 26) y en una pequeña embarcación el día 28 llega a Aruba y su comitiva en avión Fokker, presentándose en ambas islas con gran suceso. Esa isla no figuraba en la lista que Gardel anunció en Nueva York. Pero el recibimiento igual fue estruendoso. Cuando llegaron al puerto, todos los barcos amarrados hicieron sonar sus potentes bocinas. Ya en tierra otra vez Gardel fue aclamado. Además de varias actuaciones, el grupo celebró allí la fiesta patria del 25 de mayo. En Aruba Gardel hizo una sola presentación, al aire libre en forma improvisada, y volvieron a Curazao en avión. Fue el primer viaje. Después estuvieron cinco días esperando un barco para ir hacia Colombia.

El 4 de junio arriba a la ciudad de Barranquilla y en auto fueron a Puerto Colombia; allí realizó una presentación en el teatro Apolo el 5 de junio. Hubo entrevistas y actuaciones en radio.

El 6 de junio viajaron hacia Cartagena y actúa en el Teatro Variedades. Fue tal el suceso que muchas chicas pedían que Gardel les autografiara los brazos, las carteras y hasta los vestidos. Luego volvieron a Cartagena y de allí volaron a Medellín, el 11, 12 y 13 actúa en el Circo-Teatro España. Se presentó por tres noches consecutivas, en una plaza de toros remodelada, en la radio (Ecos de la Montaña) y en el teatro, ante un numeroso público que colmó la capacidad, quedando una enorme cantidad de gente afuera por la falta de localidades disponibles.

El 14 de junio volvieron al aeropuerto de Techo en Bogotá, donde lo aguardaban 10.000 personas y por la noche se presenta con enorme éxito, que se repite los siguientes días 15, 16 y 17 en el Teatro Real, del 18 al 21 en el Olympia, del 22 y 23 de junio en el Teatro Real. A las 21:15 del 23 se despide a través de la emisora “La voz de la Víctor”. Fue una audición especial auspiciada por la SACO (Sociedad Aérea Colombiana), interpretando con el acompañamiento de sus guitarristas Barbieri, Riverol y Aguilar el siguiente programa: “Cuesta abajo”, “Tengo miedo”, “Insomnio”, “El carretero”, “Melodía de arrabal”, “No te engañes corazón” y luego de una emocionada despedida, interpreta el último tango de su vida, “Tomo y obligo”.

Ya había una disputa entre las dos empresas aéreas para ver quién trasladaba a la comitiva: la SACO (colombiana) y la SCADTA (Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo). La llegada a Bogotá fue tumultuosa. Ante el permanente clamor popular, el cantor hizo 18 actuaciones en 16 días.

El 24 de junio salieron del aeropuerto de Techo en Bogotá, con rumbo a Cali. El vuelo hasta Medellín, lugar de escala, duró una hora y media. Hubo un pequeño lunch en el mismo aeropuerto Olaya Herrera y a las 14:58 ya estaban despegando otra vez hacia Cali.

Después, pasó lo que pasó: el terrible choque de aviones, en el momento del despegue, el estallido de los tanques y el voraz incendio que se cobra las vidas de pilotos y pasajeros. Tras el desastre el cuerpo calcinado de Gardel fue identificado por su magnífica dentadura y por una pulsera que tenía en la muñeca de su brazo izquierdo. En la pulsera había una chapita de oro con la inscripción “Carlos Gardel – Jean Jaurès 735”. Ese era su domicilio en Buenos Aires, la casa que ahora es el museo. Pero ésa es otra historia.

Recopilación de Pedro Gatti – director del Museo del Anticuario

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