Rosario Tarelli, una joven jugadora del Campana Boat Club, fue convocada para formar parte de la preselección nacional Sub-21 de hockey sobre césped. Esta convocatoria al cuerpo técnico de “Las Leoncitas” marca el inicio de una nueva etapa en su carrera.
“Arranqué a jugar en un club en 2011, cuando tenía 6 años. Antes jugaba con mi tía los fines de semana y la iba a ver, fue gracias a ella que elegí este deporte. Primero comencé en el club Champagnat de Pilar, y en 2018 pasé a séptima en el Campana Boat Club. Tuve unos meses en los que dejé de jugar, pero luego me di cuenta de que lo disfrutaba mucho.”
Rosario se enteró de su convocatoria a la preselección nacional Sub-21 cuando sus entrenadores le informaron un día antes de entrenar. “Me llamaron mis entrenadores para charlar un día antes de entrenar y ahí me dijeron que los habían contactado para pasarles mi información personal, ya que iba a estar seleccionada para una concentración. No lo podía creer cuando me lo contaron, me alegré muchísimo y me emocioné. Ver como todos los años dan fruto en una convocatoria tan significativa. Me motiva a seguir entrenando.”
Del 17 al 20 de marzo, Rosario entrenó en el CeNARD junto a otras jóvenes promesas del hockey argentino, bajo la dirección del entrenador nacional Juan Martín López. “La experiencia me mostró lo que implica el compromiso, la disciplina y el sacrificio que requiere estar a ese nivel. Me da una motivación extra para seguir trabajando, sabiendo que el esfuerzo constante es lo que te lleva a crecer y llegar más lejos. Sin duda, fue una experiencia que me enseñó mucho y me hizo darme cuenta de lo que aún tengo que seguir mejorando. Entrenar con Juan Martín López fue una experiencia increíble, me hizo darme cuenta lo importante que es tener una actitud positiva y resiliente en los entrenamientos y partidos. Además, me enseñó a no precipitarme con los quites. Fue una experiencia que me dejó muchos aprendizajes tanto a nivel técnico como mental.”
Durante la concentración, Rosario también tuvo que adaptarse a desafíos inesperados. “Lo más difícil de los entrenamientos fue adaptarme al ritmo y la velocidad de la cancha de agua, ya que la pelota va mucho más rápido y todo se vuelve más intenso. Al principio me costó un poco, pero con el tiempo fui agarrando el ritmo. Lo más lindo fue poder formar parte de una experiencia de alto rendimiento, algo que nunca imaginé vivir. Estar rodeada de jugadoras que ya venían entrenando a ese nivel fue increíble, y me permitió aprender muchísimo, sobre todo en los partidos. Me di cuenta de cuánto puedo mejorar observando y compartiendo momentos con ellas.”
En cuanto a su desarrollo como jugadora, Rosario expresa sus deseos de seguir mejorando: “Me gustaría trabajar más en mi toma de decisiones y visión de juego. Aunque ya me esfuerzo en ello, a veces, en medio de la presión de un partido, me cuesta leer el juego rápidamente y anticiparme a las jugadas. Tomar decisiones rápidas es clave para ser más efectiva y no perder tiempo en situaciones decisivas.”
Actualmente, Rosario juega mayormente como volante derecho en el Campana Boat Club, y valora el apoyo que ha recibido de su club: “El club me ayudó muchísimo en mi crecimiento, también a mejorar mis habilidades y a mantenerme enfocada en mis objetivos. Sentí el respaldo del club en todo momento, y eso fue muy importante para mi motivación. Saber que están ahí para apoyarme me dio una confianza extra.”
Su experiencia en el CeNARD y el trabajo con jugadoras de alto nivel le dejaron valiosas enseñanzas. A otras jóvenes les comparte un mensaje motivador:
“Confíen en su capacidad y no se rindan. Con constancia y dedicación, todo se puede alcanzar. Escuchen a sus compañeras y cuerpo técnico, el trabajo en equipo es fundamental. Y lo más importante: disfruten, porque el amor y la amistad del deporte es lo que realmente nos motiva.”
