Delfina Villaberde es una joven piloto de Campana que se ha destacado por su esfuerzo constante, siempre buscando crecer y alcanzar nuevas metas en el mundo del automovilismo de la mano de la Copa Abarth. Con una gran pasión por lo que hace, su objetivo es seguir sumando experiencia. Con un futuro lleno de oportunidades, Delfina es una promesa del automovilismo que seguramente continuará sorprendiendo a todos con su talento y determinación.
Su pasión por el automovilismo viene de familia. A los 10 años recibió su primer karting, lo que marcó el inicio de su camino en las pistas. “Yo desde chica acompañaba a mi papá cuando corría en el autódromo, también corrían mi tío y mi abuelo. Entonces, es algo en lo que estuve desde siempre. Más o menos a los 10 años me regalaron mi primer karting. En ese momento estaba corriendo en un campeonato de karting de alquiler en Zárate, donde estuve dos años compitiendo. Fue en 2023 cuando volví al deporte, pero esta vez directamente a los autos con techo y a la Copa Abarth, que es donde estoy actualmente”.
En cuanto a sus referentes dentro del automovilismo, Delfina nos cuenta quiénes la inspiran: “Si hablamos de pilotos argentinos, sin dudas mi ídolo o referente sería Canapino. Y si ya nos vamos a internacionales, sería Ayrton Senna. Aunque no haya visto sus carreras en vivo, las vi más de grande y su historia te toca mucho. No tengo dudas de que fue un gran piloto”.
Aunque en el automovilismo suelen competir más hombres, Delfina se destaca por su pasión, esfuerzo y determinación para seguir creciendo en su carrera. “Si bien los tiempos van cambiando y con ellos los pensamientos, actualmente siguen pasando situaciones donde se ve que es un deporte donde predominan los hombres. Muchas veces me ha pasado de escuchar comentarios o que me den consejos pensando que solo por el hecho de ser hombres saben más que una. Por suerte, estas cosas ya no pasan tan seguido. Por lo menos en mi categoría, no se ve tanto la diferencia en ese sentido”.
El año pasado, Delfina hizo historia al convertirse en la primera mujer en subir al podio en la Copa Abarth Argentina. “Tanto para mí como para la gente que me acompaña fue un orgullo muy grande. Es importante ver que tanto esfuerzo vale la pena”. Durante estos dos años, ha trabajado tanto en su preparación física como en el aspecto mental. “La presión de las clasificatorias o los pensamientos que van surgiendo en determinados momentos te juegan en contra, pero lo supimos trabajar”.
Su familia ha sido un pilar fundamental en su carrera, siempre apoyándola, ya sea acompañándola a las carreras o siguiéndola a la distancia. “El apoyo de la gente que querés es crucial para poder estar motivado y seguir en el deporte”. Pero más allá del automovilismo, Delfina también tiene otras pasiones. Le interesa la pintura, disfruta de las películas y dedica gran parte de su tiempo a sus estudios. “Actualmente estoy estudiando Actuario y trabajando, por lo que no tengo tanto tiempo para hacer otras cosas. Hoy en día estoy muy enfocada en el automovilismo y en mis estudios, por supuesto”.
Si bien históricamente ha sido un ámbito con mayor presencia masculina, cada vez son más las mujeres que eligen este camino y demuestran su talento en las pistas. En este sentido, Delfina deja un mensaje claro: “Si bien este deporte es un deporte en el que predominan hombres, les digo a las chicas que se animen. El hecho de ser mujer no te impide que compitamos y que compartamos un podio con ellos. Creo que a medida que va pasando el tiempo, somos más las mujeres que elegimos el automovilismo, pero me encantaría que más chicas se sumen”.
En cuanto a sus metas, tanto deportivas como personales, Delfina tiene claro su camino: “Mis metas en cuanto al automovilismo son seguir compitiendo, probar otras categorías y seguir creciendo. En cuanto a lo personal, mi meta es clara: recibirme y trabajar de eso. Me encantaría lograr un equilibrio entre ambas cosas, trabajando de lo que estudié y practicando este deporte”.
Sobre su experiencia en la Copa Abarth, destaca la evolución de la categoría en los últimos años: “La Copa Abarth es una categoría muy distinta a la que era cuando yo ingresé. En ese momento, la idea era la formación de nuevos pilotos, pero ahora es más una mezcla de niveles. Hay debutantes, gente que ha corrido en distintas categorías y estamos los que corremos hace un tiempo en la Copa. Lo que sí destaco es que en esta categoría nos ayudamos mucho y nos acompañamos, algo que tal vez en otras categorías no pasa. Aprendés mucho, ya que al ser autos de calle preparados para correr y estar todos en las mismas condiciones, hace que sea un espectáculo lindo tanto para ver como para correr”.
Su historia es un recordatorio de que los sueños, cuando se acompañan de esfuerzo y perseverancia, pueden convertirse en realidad. Con cada vuelta en la pista y cada desafío superado, Delfina sigue escribiendo su propia historia, inspirando a quienes, como ella, sueñan con acelerar fuerte y cruzar la meta.
