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La historia detrás del Arco Rotario de Campana

El 6 de julio de 1964, la ciudad de Campana presenció la inauguración de una obra emblemática, que no solo representa el ideario rotario, sino también el ingenio y la capacidad industrial de la región: el Arco Rotario. Esta imponente estructura, ubicada en la intersección de Av. Rivadavia y calle Del Pino, fue concebida como un homenaje a los 25 años de la fundación del Rotary Club local. La obra cumplió además con el propósito de resaltar la importancia de la industria en la comunidad campanense, marcando un hito tanto en lo técnico como en lo simbólico.

La idea de la construcción del arco surgió durante el período rotario 1963/64, bajo la presidencia de Ernesto Calvi. Junto con la Junta Directiva del Rotary Club, decidieron solicitar la colaboración de la empresa Dalmine SAFTA, que había comenzado sus actividades en la ciudad en 1954. Don Ezio Uppi, gerente de la empresa, aceptó la propuesta y encargó al jefe de mantenimiento mecánico-hidráulico, Luis Fedato, el diseño de la estructura. Fedato, inspirado por una imagen de un ladrillo cementado con forma de arco que encontró en una revista de la empresa, propuso una estructura metálica que sería construida con materiales de la propia fábrica, utilizando la innovación de la industria local para llevar a cabo la obra.
Una vez aprobado el proyecto por el Rotary Club y la Municipalidad de Campana, los trabajos dieron inicio bajo la dirección de Luis Fedato. Contó con la colaboración de Enrique Bolis, jefe de laminación, y los ingenieros Renato Giovanacci y Dante López. La obra consistió en la fabricación de dos tramos iguales de un emparrillado de tubos sin costura N° 80, reforzados. Para lograr la curvatura del arco, se utilizaron técnicas de calor y presión, doblando los tubos mediante aparejos y sopletes regaderas. Para garantizar la estabilidad, las uniones de los tubos fueron aseguradas con barras roscadas de 38 mm de diámetro, que fueron calentadas a 300 °C para asegurar su fijación permanente.

Mientras se avanzaba en la construcción del arco en Dalmine, el Astillero Anglo-Argentino, bajo la dirección del ingeniero Chaminaud y el Sr. Olciro, trabajaba en la rueda rotaria que coronaría la estructura. Esta rueda, fabricada con chapas de acero de 19 mm de espesor y 3 metros de diámetro, contaba con 24 dientes y fue un trabajo de precisión. El personal de Dalmine completó el corte interno de las chapas, y unió ambas para lograr la rueda exacta, que se apoyó sobre el arco inferior y se sostuvo mediante tensores conectados al arco superior.

Para la instalación del arco, se contó con la colaboración de ESSO SAPA, cuyo gerente, el ingeniero Carlos Opicci, facilitó una grúa con pluma de 25 metros. Las bases de hormigón, que pesan 40 toneladas cada una, fueron construidas por la empresa Gavazzi Hnos. Finalmente, el arco de 7.400 kg fue colocado en su lugar. La rueda, de aproximadamente 1.500 kg, se integró con el arco y quedó perfectamente estabilizada gracias a los tensores.

El día de la inauguración, en coincidencia con el 79° aniversario del partido de Campana, la ciudad se vistió de gala para celebrar este monumento. La ceremonia fue presidida por el gobernador del Distrito 489 del Rotary, Rafael Cabal, y el intendente Calixto B. Dellepiane, acompañados por numerosos vecinos y socios del Rotary Club, quienes se sintieron orgullosos de este logro comunitario.4

Hoy, el Arco Rotario de Campana continúa siendo un símbolo de unión, progreso y esfuerzo colectivo. Con sus impresionantes dimensiones 24,6 metros de altura en el arco superior y 16 metros en el arco inferior, junto con su peso y diseño, la obra se erige como un testimonio de la capacidad técnica de la ciudad y de la dedicación de quienes trabajaron en su construcción, uniendo a la comunidad en un proyecto que trasciende el tiempo.
Con información del Rotary Club Campana.

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