En 1908 Don Pedro Sanguinetti comienza con su negocio que dirigió hasta el año 1929. Desde el año 1929, hasta 1954, el local fue llevado adelante por su hijo Juan Carmelo.
Según se recuerda en la Campana del pujante frigorífico, el almacén trabajaba las 24 horas y era común encontrar a eso de las 17 horas a los ejecutivos del mismo tomando su tradicional copita de ginebra.
Los “boliches” y despachos de bebidas, más cercanos a la calle Berutti, es decir en cercanías del frigorífico, se valían de un sistema que evitaba los apurones de último momento y cuando llegaba el tropel de clientes, que salían a las 11 horas del trabajo y tenían que ir a comer a sus casas y volver rápido, hacía que “el barman” un rato antes de la salida, ya tuviera preparado, alineados sobre el mostrador unos 40 o 50 vasos con vino, caña, ajenjo, ginebra, etc.
A medida que llegaban los trabajadores, elegían su trago que ya estaba listo para tomar y pagaban entre 0,10 a 0,20 centavos dependiendo de la bebida que consumían.
Ahora bien, la gente que vivía lejos, su señora, su hija o hijo le llevaban la comida en un plato hondo, que ponían en una servilleta y que hacían un nudo con las cuatro puntas y comían a la sombra de unas cina-cinas, que se encontraban en el final de la calle Berutti, al borde de la Escuela 9 hasta la barrera.
Por profesor Andrés Suardini y Juan Cruz Fernández Ciancaglini