El atletismo juvenil argentino vivió una jornada destacada el pasado 25 de mayo en Mar del Plata, durante la final del 58° Campeonato Nacional U18. En ese escenario brilló con fuerza el campanense Manuel Vilela, quien se consagró campeón nacional en decatlón, una de las pruebas más exigentes del certamen, y además logró la clasificación al Campeonato Iberoamericano que se disputará próximamente en Asunción, Paraguay.
Con tan solo 16 años, Manuel demostró una gran consistencia a lo largo de las diez pruebas del decatlón, alcanzando su mejor marca personal: 6121 puntos. Detrás de este gran resultado no solo hay talento y esfuerzo, sino también un trabajo silencioso y constante junto a sus entrenadores. Uno de ellos es Diego Marquines, quien lo acompaña desde hace años en su desarrollo deportivo.
En esta nota conversamos con Manuel y Diego para conocer cómo vivieron esta experiencia, qué hay detrás de este logro, y cuáles son los desafíos que se vienen en el camino hacia el alto rendimiento.
Manuel comenzó a practicar atletismo en 2020, cuando se empezaron a habilitar los deportes tras la pandemia. Por su parte, Diego lleva 38 años como entrenador de la escuelita de atletismo en el Club Ciudad de Campana —por entonces Club Siderca—, y dos años después de iniciarse se federaron, dando inicio así al desarrollo del deporte en la región. “Actualmente soy secretario técnico de combinadas de la Confederación Argentina de Atletismo y también en la Federación de la Provincia de Buenos Aires. Con Manuel hace muchos años que venimos trabajando: ya estaba en atletismo junto a sus dos hermanos, y hace dos años comenzamos el proceso en pruebas combinadas. En su primer año en la categoría fue medalla de bronce en el nacional. Toda la preparación estuvo enfocada en este campeonato nacional, que era selectivo para el Campeonato Iberoamericano que se va a disputar en Asunción, Paraguay, en julio. Fue campeón provincial hace un mes y superó en doscientos puntos la marca que había logrado allí”, detalló Marquines.
Si bien Manuel ya acumula varios años en el deporte, este 2024 representa un punto de inflexión en su carrera. “Este año fue mi segunda participación en el Campeonato Nacional U18. El año pasado logré un tercer puesto, pero esta edición la viví de una manera muy emocional, por todo el trabajo que hice antes del torneo. Deseaba muchísimo este triunfo, que no solo significa quedar en el primer puesto, sino también alcanzar logros a nivel personal”, explicó el joven atleta.
Según cuenta Diego, todos los atletas del club comienzan como combinadistas, lo que no es un dato menor: en los últimos tiempos, el Club Ciudad ha tenido deportistas que fueron campeones nacionales o representaron a la institución en el plano internacional. “En el caso de Manuel, es un atleta sumamente técnico y muy versátil; tiene un rendimiento parejo en todas las pruebas. Llegamos a este Nacional con una puesta a punto muy buena, optimizando la técnica en prácticamente ocho de las diez disciplinas”, remarcó.
Cuando le consultamos a Manuel sobre su rutina de entrenamiento, destacó el trabajo conjunto de sus entrenadores, especialmente el de Diego, quien se esfuerza por distribuir de manera equilibrada la práctica de las diez pruebas a lo largo de la semana. “Entreno de lunes a sábados entre 2 y 2 horas y media por día. El entrenamiento suele ser muy intenso y cansador, por eso es importante el descanso, una buena alimentación y muchísima disciplina”, explicó. También remarcó la importancia del acompañamiento constante de Diego Marquines, Juan Parodi, Juan Marquines y Facu Suárez, quienes no solo lo apoyan, sino que lo ayudan a mejorar día a día y le brindan las herramientas necesarias para afrontar cada competencia.
La exigencia del decatlón es alta: en solo dos jornadas deben completarse diez pruebas, lo que requiere una preparación integral. A diferencia de las pruebas individuales, aquí es fundamental coordinar el enlace entre disciplinas muy distintas entre sí, tanto física como técnicamente. “Para mí, todas las pruebas del decatlón son difíciles por el enorme esfuerzo físico y mental que implican. No es sencillo afrontar diez disciplinas. Pero en lo personal, el salto en alto fue la más desafiante a nivel emocional. En mis anteriores Decas, esta prueba tuvo un gran peso psicológico y, en muchos sentidos, marcó cómo encaré el resto de la competencia. Aunque el decatlón se vive prueba a prueba, mantener la mente serena a medida que avanza es realmente complicado”, compartió Manuel.
En este sentido, Diego aportó: “Posiblemente no te vaya diez puntos en todas las pruebas, por lo cual, cuando en una no te va como esperabas, es clave no caer mentalmente y tener la capacidad para sobreponerse. La mentalidad positiva es fundamental”.
La competencia llegó a su fin, y tanto Manuel como sus entrenadores recibieron la mejor noticia. “El que haya transitado las diez pruebas y que haya podido sobreponerse en el salto largo realmente me emocionó mucho y me enorgullece ver la capacidad competitiva que tuvo Manuel en este Nacional”, comentó Diego.
Manuel también recordó con emoción el momento del anuncio: “Cuando me llegó la noticia de que era campeón argentino, no lo podía creer. Sentí una profunda paz en el cuerpo y en la mente, una satisfacción total por todo lo vivido y un gran orgullo por lo logrado. En ese momento uno inevitablemente mira hacia atrás y recuerda todo el esfuerzo que hizo para llegar hasta ahí. Si bien no esperaba hacer mi mejor marca, sí quería dar lo mejor de mí, porque sabía que, incluso sin ganar, entregar todo en la competencia ya me haría sentir orgulloso. Por suerte se dio este gran resultado, que no fue solo mío: fue posible gracias al apoyo de mis amigos, entrenadores y hasta de los propios atletas que compartieron esta experiencia”.
Las próximas metas están claras. “Ya está en el equipo nacional, en la selección argentina para ir al Campeonato Iberoamericano. Es un torneo muy importante porque participan deportistas de toda América, además de España y Portugal, por lo cual el nivel es altísimo”, confirmó Marquines.
“Representar a Campana es un orgullo enorme para mí, porque implica llevar en alto a mi ciudad, a mi escuela, a la Municipalidad que me acompaña, y sobre todo a mis amigos y familiares que siempre estuvieron a mi lado. Mi familia fue clave en todo este proceso, apoyándome en lo emocional, en lo logístico y en cada momento en que sentí que no podía más. A ellos, a mis entrenadores y a mis amigos les debo este triunfo. Mirando hacia el futuro, mi gran meta es representar a la Argentina, llegar a ser un atleta de élite y competir internacionalmente, pero sobre todo, seguir disfrutando cada paso del camino, que es lo más valioso de este deporte”, concluyó Manuel.