En medio de la pandemia, un grupo de hombres mayores de sesenta años decidió desafiar las barreras de la inactividad y la soledad, creando un espacio de encuentro y deporte que no solo los mantuviera activos físicamente, sino también emocionalmente. Así nació un grupo de fútbol senior, nacido de la idea de Néstor “Tapon” Bueri, que rápidamente se fue ampliando y consolidando en la ciudad de Campana.
Hoy, más de sesenta jugadores se reúnen cada semana para disfrutar del fútbol, fortalecer amistades y compartir una pasión que trasciende la edad. Lo que comenzó como un simple juego entre amigos se ha convertido en un símbolo de esfuerzo, compañerismo y solidaridad, tanto dentro como fuera de la cancha.
“El grupo se creó más o menos en el tiempo de la pandemia y fue una creación o una idea inicial de Néstor “Tapon” Bueri, con la intención de juntar gente grande. La mayoría superamos o rondamos los sesenta años y, de alguna manera, estábamos entrando en la etapa de jubilación o cese de actividades. La idea fue crearlo para evitar una posible depresión. Los primeros encuentros se iniciaron en el Club Ferroviario, en la calle San Martín, en esos comienzos éramos tres contra tres, cuatro contra cuatro, cinco contra cinco, con muchas lesiones, porque casi todos veníamos de la inactividad y ponerse en movimiento generaba esas molestias.” Comienza contándonos Marcelo Martinoli Kqueto, integrante de este grupo.
Hoy cuentan con un plantel de ochenta jugadores mayores de sesenta años, todos unidos por la misma pasión y el deseo de seguir jugando. “Fuimos sumando cada vez más jugadores hasta que el lugar nos quedó chico y tuvimos que mudarnos. Ahora jugamos en una cancha alquilada en la calle Perón, donde hay tres canchas, y logramos alquilar dos en paralelo. Así, cada viernes se juegan dos partidos simultáneos con más o menos treinta y seis jugadores. Se reparten camisetas y los equipos se organizan previamente. Hay una comisión directiva y un grupo de trabajo que se encarga de armar los equipos”.
El grupo dio un paso más allá de los encuentros semanales y decidió inscribirse en los “Mundialitos Senior”, una serie de torneos que reúnen a equipos de fútbol mayores de 60 años de todo el país. Organizados por un grupo en Tandil, estos torneos se celebran tres veces al año. “Ya participamos en siete torneos con distinta suerte. En el primero salimos subcampeones, luego campeones en Mar del Plata, y en el último, que fue en febrero, llegamos a semifinales con un equipo y a la final de la Copa de Plata con el otro. Movilizamos delegaciones de hasta ochenta personas, entre jugadores y familiares”.
Marcelo nos cuenta que más allá de ser un grupo de amigos que juegan al fútbol, también tiene un fin social, ya que todos los meses ayudan a alguien que lo necesita o a una entidad con algún tipo de necesidad. “Hemos colaborado con gente que perdió su casa en incendios, donando materiales y dinero. También ayudamos a un comedor en Praderas y, sin ir más lejos, ahora tenemos en mente un proyecto solidario para ayudar a una escuela de la isla con lo que podamos, siempre relacionado con el deporte: donar camisetas, pelotas de fútbol o simplemente compartir un día con ellos y jugar un partido”.
Puerto Nuevo, con sus colores azul y amarillo, y Villa Dálmine, con su color violeta, forman parte de sus colores, ya que muchos de los muchachos que participan en el grupo han jugado en alguno de estos equipos. Más allá de los partidos, estos momentos son una oportunidad para compartir risas, historias y aprendizajes que enriquecen a todos los participantes.
“A esta edad, poder juntarnos, reírnos y compartir este espacio es muy importante para nosotros. También lo es para nuestras familias: nuestros hijos y esposas nos acompañan, y eso le da aún más sentido a lo que hacemos. Gente con mucha edad que sigue poniéndole ganas, sigue apostando al juego, a la amistad, al compañerismo y a todo lo que genera el grupo. Hay mucha empatía, y el grupo es muy fuerte justamente por eso”.
Sin lugar a dudas, lo que comenzó como un simple encuentro entre amigos ha crecido hasta convertirse en una verdadera comunidad. A través del fútbol, han logrado no solo mantenerse activos, sino también generar una red de apoyo y camaradería que trasciende las canchas. Lo que hacen juntos tiene un impacto profundo en sus vidas y en las de sus familias, demostrando que la edad no es un impedimento para seguir disfrutando de lo que más los une: la amistad, el deporte y la vida. “El hecho de que nuestras familias participen es el mejor ejemplo de que están orgullosos de nosotros. A esta edad, seguimos poniendo ganas, seguimos metiéndole garra al juego”, finalizó.
Adrián Cabrera, Juan Aguila, Alfredo Sigali, Aldo Alzua, Aníbal Menoyo, Marcelo Antoniasi, Néstor Antivero, Gustavo Balugano, Luis Carneiro, Juan Benavides, “Beto” Laugas, Néstor “Tapon” Bueri, Pedro Bonora, Rubén “Pocholo” Boumera, César “Cacho” Robina, Carlo “Cafu” Couchot, Carlos Cario, Ángel “Carcaman” Espolaore, Claudio “Carcacha” Villanueva, Juan “Palito” Cascu, Santiago Castro, Esteban “Cebolla” González, Rubén “Chancha” Estella, Mario “Changuito” Velurtas, “Chinino” Ranieri, Eduardo “Conejo” Cisneros, Jorge Clericci, Néstor Cordero, Raúl Coronel, “Cuervo” Malviccino, Elmo Schiera, Raúl “Rata” Espíndola, Fabián Espíndola, Horacio “Piti” Forgione, Adrián “Galle” Rodríguez, Miguel “Abeja” Gasperi, Osvaldo González, Héctor Gerez, Raúl “Ratón” Ituarte, Ramón “Chupete” Churruarin, “Negro” Lacuadra, “Lámpara” Churruarin, Lauro Guidi, “Beto” Lorenzo, “Loro” Enríquez, Marcelo Melé, Marcelo Soimu, Mario Díaz, Sergio Martinoli, Sergio “Tano” Mazochi, Jorge “Choco” Milla, Osvaldo Altobelli, Pablo “Zorro” Peral, Carlos “Tucu” Pagura, Walter Parodi, Rubén Pasquet, Walter “Pato” Danton, David “Pepa” Vega, Eduardo “Pesca” Gregorio, Jorge Ponce, Luis Quinteros, Rafael Barrios, Ricardo Boberi, Carlos Roca, Roque Giles, Omar Martinoli, Gaby Soimu, Sandro “Tano” Ceraza, “Teo” Sivero, Osvaldo “Toti” Rodríguez, “Beto” Viollaz, Marcelo Acosta, Pablo Orfila, Marcelo “Kaqueto” Martinoli, Guillermo “Pety” Rimoldi, Anel “Pcho” Gómez.